Cartas

Crisis migratoria, un problema de gestión

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Señora Directora:

En el extremo Norte del país, se está viviendo una situación muy compleja con la inmigración, que gana en amplitud y gravedad desde el principio de la pandemia.

El desierto está cambiando su fisonomía, para convertirse en infinidad de tomas ilegales, la delincuencia campea en la ciudad. Nuevas “culturas” aparecen dejando a nuestro pueblo desconcertado: el trabajo en “negro” se convierte en normalidad, la violencia se instala como algo común, se instauran nuevas “reglas” de tránsito, y las filas se alargan en los Cesfam, donde la frustración crece. Y cuando se sabe que el trabajo en negro no aporta al sistema, el “regular” se siente estafado.

El decreto del Estado de Excepción que consiguieron a la fuerza los camioneros es una respuesta muy mínima al problema.

Hay que ver, detrás de esto, el drama humanitario que se está desarrollando, atenderlo correctamente y con actitud propositiva. Desde la sociedad en su conjunto, el gobierno central y no dejando el problema a los municipios del Norte.

Se requiere una inmensa tarea de buena atención administrativa, adecuada a la realidad, y acompañamiento a la integración, con mucha fiscalización. Ésta también llevará a reconducir hacia sus países a los individuos que no llegan con buenas intenciones. Es un tremendo trabajo cuyos frutos aportarán al crecimiento y es la única solución frente al desorden social que nace de esta situación.

El problema ya lo tenemos, es nuestra la misión de gestionarlo positivamente, y ojalá que el Estado diga presente.

Sandra Guillot

Ceo benexia

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